sábado, 5 de abril de 2014

Un bar centenario, s' agricola

Paseando tranquilamente con mi vastago un día de viento, íbamos tratando de elegir el lugar para nuestra siguiente valoración. Que casualidad, nos cruzamos con mis cuñados y sus hijos, "oye porque no probamos en s'agricola", se nos ocurre comentar.
Dicho y hecho, ya estábamos en su interior, sentados, rodeados de arte notando la carga temporal en el ambiente del antiguo lugar.
Bones tardes.... Un cafè amb llet per favor!!
Nos lo sirven con amabilidad, al coger la taza con mi dedo pulgar ayudado de su hermano el índice ya noto que no lo voy a poder saborear fácilmente, la temperatura de su exterior indica calor, mis dedos avisan de que vaya con cuidado, nunca me han fallado antes con sus advertencias , así que hago caso.
En el fondo me fijo en un grupo de octogenarios, todos con su cafe, charlando entre ellos, no me consideró cotilla aunque se puede oír la conversación en parte, con lo que me doy cuenta que están intentando arreglar el mundo, eso si, disfrutando de su café
Mi pulgar vuelve a avisar, el café esta listo para saborear. 
Al acercarmelo veo que carece de espuma, empapo mis labios con el, se filtra el sabor y mi lengua detecta placer, pide mas por lo que invito a mi pulgar a que incline mas la taza. El paso de los años hace mella en mi boca, se mezcla lo antiguo con lo nuevo y se nota el gusto de la experiencia, suave, delicado pero con fuerza, la fuerza del tiempo y de las cosas bien hechas que no defrauda ni lo mas mínimo y te recuerda que lo nuevo no exisitira sin lo viejo. Gran café.

2 comentarios:

  1. Cuando habla del pulgar y su hermano el índice, tiene en cuenta a su primo el meñique? Cuya función es igual de importante pero sin reconocimiento, siempre en alza, como oteando

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  2. Si querido lector, el meñique siempre es al que nunca le hacen caso, el pequeño de la familia de la mano. No se nota su importancia hasta que uno se lo corta

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