viernes, 18 de abril de 2014

Vuelve un bar, El Palau

Jueves, si, se que lo esperabais tanto como yo. Jueves santo además, hoy no salgo solo, mi vástago por supuesto me sigue siendo fiel, pero esta vez mis dos amigas Toñi y Marga vienen tambien. " Es jueves", no paran de decirme, veo esa ansia imparable en sus ojos, ese nervio , esas ganas de hacerme ver que no me olvide, que hoy me toca.
Además eligen ellas, me siento como en una trampa y no puedo escapar, tampoco tengo ganas, me dejo llevar...
Curiosamente llega mi fiel amigo y compañero Agustín, acompañado de su esposa y su graciosa hija, hablamos un rato y no dudó, al mirarle a la cara que va a pedir su adorado te verde con limón..... no me equivoco.
El Palau, la reapertura de un conocido bar por mi paladar, ahora con tonos mas blancos, mas limpios, mas sencillos,  lo convierten indudablemente en un lugar con mucha clase.
Nos sentamos en su terraza y pedimos.... En ese instante empiezo a tener una suave sensación bailando por mis labios, mi lengua intenta calmarlos con un suave roce, creo que he conseguido el efecto contrario , pero aquí llega el café con leche. La suave sensación que sentía se convierte en intensa.
Espuma generosa a la cual no puedo alargarle la espera, mi sentido del gusto la reclama. Una tibia sensación se adueña de mi ser, la espuma queda en mis labios y sin poder controlarlo mi golosa lengua enseguida la reclama para ella, la leche es poderosa, el café suave y dulce, sorbo tras sorbo disfrutó cada segundo de placer..... Y admito sin reparo que ha válido la pena la esperada reapertura de este céntrico lugar al que no dudo en fijarlo como parada obligatoria en mi agenda de paseos.

jueves, 10 de abril de 2014

105, mas que cafes

Otra tarde de paseo soleado, mi vástago me indica que toca su dosis de bebida chocolateada, de la que aún no es capaz de realizar crítica, aunque sí de las galletitas que a veces ponen. Me comenta, "padre, parémonos hoy aquí ", yo como buen procreador procuro escuchar sus consejos y asiento con mi cabeza haciéndole feliz con ese simple gesto.
Café 105, hasta no hace mucho el llamado Apolo copes, solicito a su simpática camarera mi preciado café con leche.
Aquí llega, en taza y Calentito. Observo enseguida su suave espuma blanquecina, quizá demasiado suave incluso, se empieza a fundir con el café volviéndose oscura, se ahoga, parece que pide auxilio porque no puede aguantar a flote, un detalle que no me excita personalmente.
Pero bueno, intentó olvidarlo y me acerco el café a mis labios, hoy un poco cortados por el viento, pero aún ligeramente humedecidos y expectativos ante lo que viene. 
Un golpe de café choca directamente contra ellos, obligándolos a abrirse y a dejar que se introduzca en mi, el sabor que denota mi músculo mas juguetón no es agradable, no se siente del todo contento...... Dejo pasar un poquito más, le ofrezco esa segunda oportunidad que todo se merece, pero no......
Es insaboro , mi sentidos se contraen como sí quisieran esconderse y no ser partícipes de esos momentos,el café recorre mi cuello sin demostrar el más mínimo orgullo por estar allí. Se trata de un líquido caliente, sin cuerpo, sin alma..... Vacío es la palabra.
Tristemente mi mente me comunica que ha sido una parada en vano, sin pena ni gloria y que como muchas otras noches puedo seguir parando en el 105, puedo pedir uno de sus muchos gin tonics que te hacen las noches alegres y algunas mañanas tristes, pero que un café con leche...... No por favor

sábado, 5 de abril de 2014

Un bar centenario, s' agricola

Paseando tranquilamente con mi vastago un día de viento, íbamos tratando de elegir el lugar para nuestra siguiente valoración. Que casualidad, nos cruzamos con mis cuñados y sus hijos, "oye porque no probamos en s'agricola", se nos ocurre comentar.
Dicho y hecho, ya estábamos en su interior, sentados, rodeados de arte notando la carga temporal en el ambiente del antiguo lugar.
Bones tardes.... Un cafè amb llet per favor!!
Nos lo sirven con amabilidad, al coger la taza con mi dedo pulgar ayudado de su hermano el índice ya noto que no lo voy a poder saborear fácilmente, la temperatura de su exterior indica calor, mis dedos avisan de que vaya con cuidado, nunca me han fallado antes con sus advertencias , así que hago caso.
En el fondo me fijo en un grupo de octogenarios, todos con su cafe, charlando entre ellos, no me consideró cotilla aunque se puede oír la conversación en parte, con lo que me doy cuenta que están intentando arreglar el mundo, eso si, disfrutando de su café
Mi pulgar vuelve a avisar, el café esta listo para saborear. 
Al acercarmelo veo que carece de espuma, empapo mis labios con el, se filtra el sabor y mi lengua detecta placer, pide mas por lo que invito a mi pulgar a que incline mas la taza. El paso de los años hace mella en mi boca, se mezcla lo antiguo con lo nuevo y se nota el gusto de la experiencia, suave, delicado pero con fuerza, la fuerza del tiempo y de las cosas bien hechas que no defrauda ni lo mas mínimo y te recuerda que lo nuevo no exisitira sin lo viejo. Gran café.